Geopolítica rioplatense de Brasil

Resumen

Después del Tratado de Tordesillas, primero Portugal y después Brasil gestionaron correr la linea divisoria del Atlántico más al Oeste, hasta llegar al Río de la Plata y esto desató el conflicto con la Confederación Argentina, que tenía la soberanía de ambas márgenes. Desde entonces, los brasileños se empeñaron en hacer efectiva su presencia sin desdeñar la posibilidad de una guerra. Pensaban que se debía aniquilar a Rosas y sostenían que para sostener el equilibrio rioplatense era necesario mantener
la independencia del Estado Oriental y del Paraguay. Rosas se negó a aceptar la independencia del segundo Estado porque consideraba que era una provincia argentina, pero un Congreso celebrado en Asunción declaró la independencia del Paraguay
y Brasil la reconoció. A comienzos de 1846, un ejército paraguayo fue derrotado por Urquiza en Laguna Limpia terminándose por firmar el Tratado de Alcaraz (17 de agosto de 1846). El delegado británico sugirió a Brasil el envío de un emisario a Europa para obtener el apoyo a los propósitos brasileños y convenir un acuerdo secreto con Londres y París con el fin de detener las “vistas ambiciosas” de Rosas.
Éste ordenó a Guido pedir su pasaporte y volver a Buenos Aires. Las explicaciones que el canciller brasileño proporciona, satisfacen a Rosas. Desde Inglaterra fue enviado a Buenos Aires Tomás Hood, quien propuso condiciones que no fueron aprobadas por ninguno de los parlamentos de las dos potencias europeas. Después se comisionó a Lord Howden para conseguir un acuerdo que también se desaprobó. El delegado francés aconsejó enviar una fuerte expedición para terminar definitivamente con Rosas, pero Inglaterra no lo comparte. En marzo de 1850, Rosas fue autorizado a disponer de los fondos necesarios que hicieron efectiva la incorporación del Paraguay a la Confederación, presumiéndose un inminente estallido de la guerra. Brasil resolvió la alianza con Francia y Rosas ordenó a Guido romper relaciones con el Imperio, y ante esta situación internacional fue rechazada en Buenos Aires la renuncia de Rosas. En febrero de 1851, el ministro brasileño Silva, informa confidencialrnente la visita de un agente de Urquiza con la propuesta de pasarse a la causa del Brasil, que al poco tiempo se concretó y ocasionó la derrota de Caseros. Brasil contrató soldados alemanes en Hamburgo. Rosas intentó promover la deserción de ellos a favor de la Argentina, embarcándolos sigilosamente hacia Buenos Aires; pero la operación fracasó. Los brasileños también realizaron gestiones para reclutar soldados en Italia y en Francia, todo lo cual testimonia los alcances internacionales
del conflicto.