Dossier: Nuevas perspectivas en la historia de la prensa argentina

"La primera y más ilustre víctima de la catástrofe: la prensa de Argentina ante el asesinato de Jean Jaurès

Emiliano Gastón Sánchez
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET), Argentina

"La primera y más ilustre víctima de la catástrofe: la prensa de Argentina ante el asesinato de Jean Jaurès

Investigaciones y Ensayos, vol. 68, 2019

Academia Nacional de la Historia de la República Argentina

Recepción: 21 Septiembre 2018

Aprobación: 23 Octubre 2018

Resumen: El objetivo de este artículo es analizar las repercusiones del atentado contra Jean Jaurès (1859-1914) en la prensa argentina. Se sostiene que la noticia del asesinato del diputado francés constituyó un acontecimiento mediático que desbordó ampliamente el ámbito del socialismo para atravesar de un extremo al otro el campo periodístico local. Tres aspectos permiten comprender este fenómeno: la extendida francofilia entre las élites argentinas, los vínculos de Jaurès con el mundo de la prensa y el periodismo y, por último, el recuerdo de su reciente visita a la Argentina en septiembre de 1911. Para ello, se analizará un extenso y variado corpus documental ⸺periódicos de la izquierda socialista y anarquista, diarios de gran tirada y magazines ilustrados, los diarios de las principales colectividades extranjeras y algunos diarios de provincias⸺ que permitirá realizar un corte transversal del campo periodístico y de la opinión pública local.

Palabras clave: Jean Jaurès – Gran Guerra – Prensa periódica – Argentina.

Abstract: The aim of this article is to analyze the repercussions of the attack against Jean Jaurès (1859-1914) in the Argentine press. It’s argued that the news of the assassination of the french deputy it was a media event that overflowed the scope of socialism to cross the local newspaper field. Three aspects allow us to understand this phenomenon: the widespread Francophile among the Argentine elites, the links of Jaurès with the world of the press and journalism and finally, the memory of his recent visit to Argentina in September 1911. For it, an extensive and varied documentary corpus will be analyzed ⸺newspapers of the socialist and anarchist left, large circulation newspapers and illustrated magazines, the newspapers of the main foreign communities and some provincial newspapers⸺ that will allow make a cut cross of the journalistic field and the Argentine’s public opinion.

Keywords: Jean Jaurès – Great War – Periodical Press – Argentine.

En julio de 1919, al cumplirse el quinto aniversario del asesinato de Jean Jaurès, el diario de propaganda aliada Idea Nacional publicó en su portada un extenso recordatorio del dirigente socialista en el que afirmaba: “No era el señor Jaurés a quien se había querido eliminar, era al jefe del socialismo, a aquel jefe que regresaba de Alemania enteramente convencido de que el internacionalismo había fracasado”. [2] Según el artículo ⸺presumiblemente escrito por el director del diario, Elías Danon⸺ al llegar a París el diputado por el departamento de Tarn exclamó: “Socialistas de Francia, habéis sido traicionados por vuestros correligionarios de Alemania… Aux armes citoyens”. Para el autor de la nota, Alemania había armado el brazo “del infeliz Vilain” con el propósito de provocar un levantamiento socialista contra el gobierno de la República y dificultar así la movilización general. Sin embargo, el proletariado francés “estrechó filas alrededor de la bandera tricolor, guardando la roja para que el día de la paz victoriosa les permitiera reanudar sus luchas políticas”. [3] Más allá de sus imprecisiones, probablemente deliberadas, el artículo revela la pervivencia de un clima belicista en algunos diarios locales, incluso luego de la firma del Tratado de Versalles. [4] Asociada a la recepción de la “cultura de guerra” francesa en Argentina desde comienzos del conflicto, el recordatorio publicado por Idea Nacional hacía de la tumba de Jaurès el cimiento simbólico de la Unión Sagrada y del gobierno de defensa nacional, apelando a una cita del estribillo de La Marsellesa: “Aux armes, citoyens!”.

Sin embargo, luego de cuatro años de una guerra devastadora, esa retórica no era tan persistente en otros sectores de la prensa y la opinión pública local. Sólo algunas semanas atrás, el 29 de marzo de 1919, la Corte criminal del Sena había declarado a Raoul Villain “no culpable” del homicidio del dirigente socialista. En su veredicto, el jurado afirmó que si el antimilitarismo de Jaurès hubiera tenido éxito, Francia no habría podido ganar la guerra y dictaminó que la viuda del diputado ⸺que además había perdido a su hijo Louis, caído en combate en junio de 1918 en la región de Aisne⸺ se hiciera cargo de los costos del proceso judicial. [5] Días después, Gustavo Franceschi dedicó su habitual columna en el diario católico El Pueblo a la absolución del “matador” de Jaurès. En su intervención, atacaba duramente al pacifismo socialista encarnado en la figura del dirigente abatido y, al calor de las negociaciones de paz que tenían lugar en Europa, reflexionó sobre el destino que le habría deparado a Francia el rechazo de la Loi des trois ans, que extendía la duración del servicio militar obligatorio incrementando así la cantidad de hombres disponibles ante un eventual conflicto bélico. [6] Para el sacerdote, los socialistas habían actuado con la misma irresponsabilidad durante el breve proceso contra Villain pues olvidaban “que la paz no está firmada, que el maximalismo avanza, que el porvenir internacional es obscuro”. No obstante, el patriotismo había logrado imponerse a pesar de todo ese “clamoreo rojo” y la absolución de Villain era, para Franceschi, una prueba palpable de ello: (Error 1: La referencia debe estar ligada) (Error 2: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 3: No existe una URL relacionada)

Antes de la guerra, los miembros del jurado no habrían podido resistir á la presión de los socialistas clásicos, parlamentarios. Hoy, después de los últimos acontecimientos de Hungría, cuando la formidable amenaza está en puertas, se liberan de la vieja tiranía: hallan causas suficientes para la no condenación de Villain, y lo declaran no culpable […] La pequeña burguesía francesa comienza á comprender. Parece que no ha sonado aún para la burguesía, grande ó pequeña, de la República Argentina, el momento de abrir los ojos. ¿Será necesaria la gran calamidad para que se dé cuenta de realidades? […] Quiera Dios no sea demasiado tarde. [7] (Error 4: La referencia debe estar ligada) (Error 5: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 6: No existe una URL relacionada)

Los comentarios de Franceschi están marcados por la incertidumbre que proyectaba el conflictivo escenario europeo de la inmediata postguerra y del cual la Argentina no era del todo ajena como recordaban los recientes acontecimientos de la llamada Semana Trágica de enero de 1919. En sintonía con el veredicto de la corte francesa, el tono de su intervención, publicada en las páginas del diario católico más importante del país, revela las fisuras cada vez más evidentes de la Unión Sagrada, en especial, luego de la firma del armisticio de noviembre de 1918. [8] Ese clima se tradujo en un resurgimiento de las críticas al pacifismo jauresiano a pesar del cambio de actitud que los socialistas franceses habían mostrado durante la Gran Guerra y de la incorporación de algunas de sus figuras más destacadas al gabinete de defensa nacional. [9] (Error 7: La referencia debe estar ligada) (Error 8: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 9: No existe una URL relacionada)

Tanto el artículo de Idea Nacional como la columna de Franceschi constituyen una muestra de las diversas representaciones de Jean Jaurès que circularon en la prensa argentina durante los años de la Gran Guerra y la inmediata postguerra. Esas interpretaciones evidencian la heterogénea acumulación de sentidos en torno a la figura del líder socialista y las diversas lecturas retrospectivas de su accionar durante la crisis de julio de 1914, a la luz de diferentes escenarios y coyunturas del conflicto bélico posterior. Sin embargo, ese efecto diferido contrasta con las reacciones de la prensa y la opinión pública local ante la llegada de las primeras noticias sobre el asesinato de Jaurès. Pues, salvo contadas excepciones, las notas y homenajes publicados por la prensa argentina a finales de julio y comienzos de agosto de 1914 muestran una mayor unanimidad no sólo en el rechazo del atentado sino también en el énfasis que esos ejercicios recordatorios iniciales pusieron en el aspecto pacifista del itinerario político e intelectual del dirigente asesinado.

El análisis de las publicaciones periódicas relevadas para este artículo permite constatar, a su vez, la extensión adquirida por la noticia de la muerte de Jaurès, que desborda ampliamente el ámbito partidario del socialismo para atravesar de un extremo al otro el campo periodístico argentino. Ahora bien: ¿por qué la figura del líder abatido fue recordada y homenajeada en los periódicos católicos, conservadores y en aquellos diarios que el socialismo argentino no dudaría en considerar como parte del entramado de la “prensa burguesa”? [10] Existen al menos tres aspectos que permiten comprender la dimensión adquirida por la noticia sobre la muerte de Jaurès en Argentina. En primer lugar, el peso de la francofilia en el seno de las élites locales, las cuales, desde mediados del siglo XIX, habían adoptado a Francia como modelo político y cultural a seguir, un influjo que también fue ostensible en el seno del Partido Socialista, dada la ascendencia que la Section française de l'Internationale ouvrière (SFIO) había ejercido durante el proceso de institucionalización del socialismo argentino. Esa atracción de las élites por lo europeo y, en especial, por Francia, hará que al momento de su muerte Jaurès sea recordado con frecuencia como un intelectual francés antes que como un dirigente socialista. En segundo lugar, la condición de Jaurès como hombre de prensa y director de L’Humanité, otro de los aspectos destacados por los diarios locales y que incluso motivó un homenaje por parte del Círculo de la Prensa. Y, por último, el vivo recuerdo de su reciente visita a la Argentina, donde permaneció cerca de un mes en septiembre de 1911, que tiñe de un modo recurrente los diferentes recordatorios publicados en la prensa local. (Error 10: La referencia debe estar ligada) (Error 11: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 12: No existe una URL relacionada)

Con el objetivo de mostrar la extensión que la noticia del atentado adquirió en Argentina, se analizarán diferentes tipos de publicaciones: periódicos de la izquierda socialista y anarquista, diarios de gran tirada y magazines ilustrados, los diarios de las principales colectividades extranjeras radicadas en Argentina y algunos diarios de provincias como La Capital de Rosario y El Día y El Argentino de La Plata, ciudad visitada por Jaurès durante su estadía, donde pronunció un discurso improvisado en el funeral cívico de Florentino Ameguino, acompañado de Joaquín V. González y José Ingenieros, entre otros. [11]La elección de estos periódicos permitirá realizar un corte transversal del campo periodístico y de la opinión pública argentina siguiendo los ecos y las repercusiones del asesinato de Jaurès a nivel local.

Ubicuidad efímera: la muerte de Jaurès como acontecimiento mediático

La noche del 31 de julio de 1914, Jaurès ingresó a la redacción de L’Humanité, en el 142 de la rue Montmartre, luego de una jornada de intensas reuniones con el ministro del interior, Louis-Jean Malvy y el Primer Ministro, René Viviani. Su intención era redactar un “artículo decisivo” que denunciara los compromisos del gobierno y la bancarrota de los dirigentes europeos, dispuestos a aceptar la posibilidad de una guerra continental sin medir sus posibles alcances y consecuencias. “Una suerte de J’acusse ⸺comentó⸺ donde denunciaré las causas y los responsables de esta crisis”. [12] Pero antes decide cenar con algunos de sus colegas; Jean Longuet sugiere trasladarse hasta Le Coq d’Or, Jaurès en cambio insistió en ir al Café du Croisant, más cercano a la redacción. Allí, de espaldas a la ventana, cenaba junto a sus compañeros del diario cuando a las 21:40 hs. Raoul Villain, hijo de un empleado del tribunal de Reims, vinculado a la Action Française y a la agrupación católica Le Sillon, descargó su revólver contra el líder socialista provocándole una muerte casi inmediata. [13] (Error 13: La referencia debe estar ligada) (Error 14: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 15: No existe una URL relacionada) (Error 16: La referencia debe estar ligada) (Error 17: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 18: No existe una URL relacionada)

La llegada de la noticia del asesinato de Jaurès a la Argentina incrementó el clima de sorpresa e incertidumbre que la opinión pública transitaba desde el inicio de la guerra austro-serbia y que provocó un viraje en el interés de los lectores respecto de las semanas previas. Pues, al igual que en otras partes del mundo, el atentado de Sarajevo y la crisis diplomática a la que este hecho dio lugar no suscitaron grandes temores en la prensa local y, salvo algunas voces de alerta, no fueron percibidos como los potenciales desencadenantes de una guerra europea. El hecho de que los Balcanes estuvieran asolados desde hacía varios años por recurrentes enfrentamientos armados, la apreciación de que un eventual conflicto quedaría focalizado en un área “marginal” de Europa y un cierto desconocimiento sobre los intereses en pugna en la región, contribuyeron para que la prensa argentina le restara importancia a la crisis y priorizara la cobertura de otros dos casos sensacionales.

El primero de ellos fue el affaire Caillaux, cuyo desenlace, ocurrido tres días antes de la movilización general, concentró buena parte de la atención y los comentarios de la opinión pública local. [14] Las repercusiones del proceso contra Mme. Caillaux se yuxtapusieron a los entretelones de otro hecho policial, en este caso del ámbito local, el llamado “crimen de la calle Gallo”. [15]La prioridad informativa otorgada por los directores de los diarios argentinos a estos dos crímenes eclipsó durante gran parte del mes de julio de 1914 la atención sobre la crisis diplomática que seguía su curso en Europa. Sólo con el ultimátum de Austria a Serbia la prensa local comenzó redireccionar su atención hacia el escenario europeo y las novedades en torno a la crisis pasaron a ocupar las portadas y las páginas centrales de los principales diarios del país. A partir de entonces, el eclecticismo temático que había caracterizado a las semanas previas fue vertiginosamente desplazado por el estallido de la guerra, que se transformó en el tema primordial para la prensa y la opinión pública local. [16] (Error 19: La referencia debe estar ligada) (Error 20: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 21: No existe una URL relacionada) (Error 22: La referencia debe estar ligada) (Error 23: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 24: No existe una URL relacionada) (Error 25: La referencia debe estar ligada) (Error 26: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 27: No existe una URL relacionada)

En ese contexto, la cobertura de la noticia sobre la muerte de Jaurès en la prensa argentina se destacó por su ubicuidad efímera. Por un lado, fue un hecho de enorme trascendencia, cuyas repercusiones están presentes en casi todos los diarios y revistas consultadas, y por el otro, tuvo una inevitable brevedad ante la llegada de un verdadero torrente de información sobre el estallido del conflicto y sus consecuencias a nivel local, que desplazaron rápidamente su centralidad. A mediados de agosto, un vespertino porteño resumió así la vorágine informativa de la primera quincena de agosto:

en poco menos de un mes los espíritus menos sensibles han experimentado el rudo golpe de los sucesos más extraordinarios. Excitados aún los ánimos por la insospechada prisión de la mujer de Livingston, se supo el cobarde asesinato de Jaurés, crimen imperdonable que pasó al olvido en menos de veinticuatro horas, cuando el mismo cable anunció la declaración de la espantosa contienda europea, precursora de la pérdida de millones de vidas. Absorbíamos ansiosos los despachos de la guerra, cuando una crisis abrumadora de la economía nacional nos hizo meditar en la angustia de nuestras finanzas. Algunas horas más y la República perdía al gran presidente Sáenz Peña, sumiendo al país entero en un profundo sentimiento de pesar. Vino luego la quiebra del Banco Francés, que sombró la miseria y la desesperación en muchos hogares. Día a día un advenimiento calamitoso nos ha sorprendido hasta el punto de agotar por completo nuestra emoción. A fuerza de ser todo sensacional, esta palabra ha perdido su valor; nada resulta inaudito, extraordinario o impresionante. [17] (Error 28: La referencia debe estar ligada) (Error 29: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 30: No existe una URL relacionada)

A comienzos de ese ciclo, la ubicuidad de la noticia sobre el atentado fue posible gracias a la inserción de la prensa local en la red global de cables y telégrafos y de la contratación de los servicios de las agencias de noticias europeas, que permitían a los grandes diarios como La Prensa jactarse de la eficiencia de sus servicios noticiosos en la cobertura de los inicios de la contienda. [18] No obstante, esa virtual instantaneidad informativa será sensiblemente limitada con el correr de los días, a medida que la prensa de Argentina ⸺a pesar de encontrarse a miles de kilómetros del escenario del conflicto y de mantener una posición neutral ante la guerra⸺ padezca las consecuencias de la censura y las manipulaciones de la información. [19] (Error 31: La referencia debe estar ligada) (Error 32: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 33: No existe una URL relacionada)

Los cables provenientes de Europa representaron el grueso de la información publicada por los diarios argentinos sobre el atentado fatal contra el líder socialista. Concentradas mayoritariamente entre el sábado 1 y el domingo 2 de agosto de 1914, esas instantáneas informativas permitieron reconstruir los detalles del crimen y fueron acompañadas por diferentes obituarios, recordatorios y homenajes cuyos sentidos serán analizados en el siguiente apartado. Las únicas excepciones a este panorama informativo fueron las crónicas de los corresponsales instalados en las principales ciudades europeas, las cuales fueron enviadas por barco y llegaron a Buenos Aires con varias semanas de diferencia respecto de la noticia original, cuando la guerra continental era ya un hecho. Es el caso, por ejemplo, de Roberto Payró, simpatizante socialista en sus años de juventud y corresponsal del diario La Nación en Bruselas, quien participó del acto ya señalado en el Cirque Royal de la capital belga, el 30 de julio de 1914. La versión taquigrafiada de ese discurso fue enviada por Payró, posiblemente uno de los últimos argentinos en ver con vida a Jaurès, y publicada en La Nación el 11 de septiembre de 1914, cuando el hecho había perdido centralidad como noticia pero ganado en trascendencia histórica en vistas al desenlace posterior de los hechos.[20]

La llegada de las primeras noticias sobre el atentado produjo un gran impacto en el mundo del socialismo argentino. La noche del 31 de julio, los miembros del Comité Ejecutivo del Partido Socialista se congregaron en la redacción de La Vanguardia en donde fueron leyendo los diversos despachos telegráficos procedentes de París y de Londres que confirmaban el traumático episodio. Al día siguiente, La Vanguardia definió al atentado como “un rayo que cae en medio de la familia socialista internacional, que tenía en Jaurès a su patriarca”. [21] En esa reunión de urgencia del Comité Ejecutivo, en la que participaron los principales dirigentes y legisladores del partido ⸺Enrique del Valle Iberlucea, Juan B. Justo, Nicolás Repetto, Enrique Dickmann, Antonio de Tomaso y Antonio Zaccagnini, entre otros⸺ se acordó enviar un telegrama de condolencias a su par francés y a la Oficina Socialista Internacional “expresando los sentimientos del Partido Socialista y clase obrera de la República Argentina”. [22] También se convino realizar a partir del día siguiente una serie de mítines en diferentes barrios de la Capital (Liniers, Flores, Palermo, Caballito y Parque de los Patricios) y en la ciudad de La Plata, como preludio al gran acto que se llevaría a cabo la semana entrante en el Frontón de Buenos Aires. [23] (Error 34: La referencia debe estar ligada) (Error 35: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 36: No existe una URL relacionada) (Error 37: La referencia debe estar ligada) (Error 38: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 39: No existe una URL relacionada) (Error 40: La referencia debe estar ligada) (Error 41: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 42: No existe una URL relacionada)

Ese no sería el único homenaje a Jaurès impulsado por el socialismo argentino. Al día siguiente del atentado, Enrique del Valle Iberlucea propuso ante la Cámara de Senadores que se enviara a Francia unas condolencias en homenaje al dirigente abatido, moción que fue sorpresivamente rechazada. Si bien compartía el repudio al atentado, la objeción planteada por el senador por la provincia de Catamarca y representante de la mayoría, Antonio Del Pino, “portavoz del sentimiento reaccionario en el Senado”, según La Vanguardia, apuntaba a una cuestión formal: Jaurès no integraba la Cámara de Senadores de Francia sino de Diputados. [24] La Mañana fue el único diario que, en cierta medida, avaló el rechazo de la cámara, atribuyéndolo a una incorrecta presentación del pedido por parte del senador socialista quien, según el diario dirigido por Francisco Uriburu, debió limitarse a pedir a sus colegas la simple adhesión “pero en manera alguna señalar concretamente la forma de esa manifestación, dándole carácter extraordinario”. Para el autor de esta interpretación, dado que el senador socialista podía suponer la “lógica y legítima resistencia que ello suscitaría en un colegio conservador”, tal vez se haya propuesto “desafiar esa negativa con el propósito tendencioso de realzar su actitud ante las clases obreras”. [25]Sin embargo, otros diarios manifestaron sus críticas al voto de la Cámara de Senadores. Una nota publicada por La Nación fundaba sus quejas en una defensa del universalismo, al considerar que el pedido del senador socialista no era estrictamente partidario ni implicaba una manifestación sobre las doctrinas políticas de Jaurès sino “la expresión del sentimiento de pena sincera que ha causado su trágica muerte entre nosotros”. [26] En análogo sentido, La Argentina fustigó al Senado por su voto negativo: “ha demostrado, al hacerlo, cuán grande es su divorcio con la conciencia y con el espíritu del país, con el alma nacional, que ha sentido el luto de Francia como su propio luto”. [27] Mientras que La Tarde señaló que una “voz unánime de protesta” se levantaba en todo el país contra la actitud del senado argentino tras negarse a presentar sus condolencias a Francia por el asesinato de su gran tribuno, un “gran apóstol de la democracia” que merecía un homenaje que Argentina había tributado a personalidades muy secundarias de otros países del mundo. [28] (Error 43: La referencia debe estar ligada) (Error 44: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 45: No existe una URL relacionada) (Error 46: La referencia debe estar ligada) (Error 47: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 48: No existe una URL relacionada)

Estas notas anticipan algunos de los tópicos sobre la figura de Jaurès que serán analizados en el siguiente apartado y, al mismo tiempo, muestran claramente que, a pesar de la febril actividad política y periodística del socialismo argentino en los días posteriores al atentado y del tono de algunas de sus notas que parecen intentar monopolizar la angustia causada por la muerte del tribuno, [29] la repercusión de la noticia no puede reducirse a un acontecimiento partidario o, al menos, inherente a la cultura de las izquierdas. [30] Por el contrario, la primicia corrió como un reguero de pólvora por las principales ciudades del país, provocando las reacciones de una gran parte de la opinión pública y los diarios de las localidades consultadas. Según el cronista de El Diario, a pesar de la “ansiedad popular” por seguir el desarrollo de la guerra que acababa de estallar en Europa, la muerte de Jaurès monopolizó el comentario público desde las primeras horas de la mañana y se prolongó hasta entrada la noche del sábado 1 de agosto de 1914: “No se hablaba de otra cosa en los vestíbulos de los teatros donde llegaron los pormenores del atentado asimismo en los cafés y demás sitios concurridos por noctámbulos”, afirmó el vespertino. [31] (Error 49: La referencia debe estar ligada) (Error 50: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 51: No existe una URL relacionada)

Un apóstol de la paz y la democracia

La indiscutible preeminencia de las abigarradas secciones de cables y telégrafos en la cobertura de la noticia del atentado contra Jaurès fue acompañada de otros tipos de textos ⸺semblanzas biográficas, obituarios e, incluso, reediciones de algunos de sus discursos vinculados al problema de la guerra y la paz⸺ que complementaban las instantáneas informativas transmitidas por el cable. Esas notas, escritas bajo la “impresión abrumadora” que causaron los primeros detalles del crimen, combinaban un intento por comprender los motivos que impulsaron el atentado y la denuncia de sus responsables con la construcción de diferentes representaciones en torno al líder socialista. [32] (Error 52: La referencia debe estar ligada) (Error 53: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 54: No existe una URL relacionada)

En cuanto a las hipótesis sobre las causas del asesinato, la mayoría de los diarios consultados atribuyeron el hecho a la exaltación del nacionalismo y al peso creciente del militarismo en la política exterior de las principales potencias europeas. Para La Vanguardia, la muerte de Jaurès era una consecuencia directa de sus permanentes acciones contra el militarismo que había conducido a la guerra actual, “circunstancia que deben haber aprovechado los elementos reaccionarios para desembarazarse del más temible de sus enemigos”. [33] Por su parte, el diario anarquista La Protesta también juzgó el atentado como un “fruto del nacionalismo” aunque dejó entrever sus diferencias con aquellos sectores del socialismo que habían incorporado ciertos motivos nacionales a sus reflexiones y prácticas políticas: “socialistas que se han pronunciado por la patria, por la bandera, por el ejército y por el nacionalismo, se asocian al duelo del que murió víctima del fanatismo de todas esas fruslerías”. [34] Este pasaje de La Protesta, el periódico que publicaba los artículos de pretensión doctrinaria y de análisis de coyuntura que funcionaban como referencia para el grueso del movimiento anarquista, muestra de qué manera la muerte de Jaurès activó antiguas polémicas en torno a la cuestión del nacionalismo, el militarismo y la guerra entre las diversas familias de la izquierda local. (Error 55: La referencia debe estar ligada) (Error 56: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 57: No existe una URL relacionada)

Marcadas por el inevitable esquematismo de la polémica, que tiende a difuminar los matices de una posición mucho más compleja, [35] esas intervenciones anticipan los principales alineamientos ante la guerra que ambos sectores de la izquierda local manifestarán en las siguientes semanas. La Vanguardia, como expresión del Partido Socialista y en sintonía con las resoluciones de la Internacional, manifestó su lucha contra la guerra y el armamentismo aportando como un sesgo propio, basado en la experiencia sudamericana, la resolución de los conflictos entre los Estados por medio del arbitraje y la defensa del librecambio, una postura que, sin embargo, modificaría con el decurso de la guerra. [36] La Protesta, en cambio, será el principal impulsor del llamado “neutralismo revolucionario”, que mantuvo su fidelidad al antimilitarismo y manifestó su oposición a todos los Estados que participaban de la Gran Guerra, resultado inevitable del régimen capitalista, por lo que era necesario continuar con la lucha contra el patriotismo y el militarismo para transformar a la guerra en una revolución social. [37] (Error 58: La referencia debe estar ligada) (Error 59: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 60: No existe una URL relacionada) (Error 61: La referencia debe estar ligada) (Error 62: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 63: No existe una URL relacionada)

Ahora bien, más allá de estas rencillas, a la que podría agregarse la famosa polémica al interior de Nosotros, una revista cercana al socialismo, [38] esa caracterización del atentado y sus responsables no fue exclusiva de la prensa de izquierdas. Por el contrario, las críticas al fanatismo nacionalista y al chauvinismo, como prefirió denominarlo el Giornale de Italia, se hicieron presentes en la mayoría de las publicaciones consultadas y, con frecuencia, se personifican en la figura del perpetrador del crimen contra Jaurès, al que la prensa argentina denominó como “un exaltado del nacionalismo”, un “sectario”, “un desequilibrado”, “un impulsivo que después del sumario se encontrará catalogado en los anaqueles de la antropología criminal”. [39] (Error 64: La referencia debe estar ligada) (Error 65: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 66: No existe una URL relacionada) (Error 67: La referencia debe estar ligada) (Error 68: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 69: No existe una URL relacionada)

Desde esa perspectiva, Villain era considerado como un demente que, sobreexcitado por la situación internacional europea, no pudo contener sus impulsos y direccionó esa violencia atávica e instintiva contra la figura de Jaurès. Un personaje influenciable, carente de autonomía y de albedrío, cuyo brazo ha sido armado por otros actores o intereses que prefieren permanecer en el anonimato. Por lo cual, no es de extrañar que en algunos de los textos publicados en la prensa apelen a un tono cientificista a la hora de explicar el atentado. Por solo dar un ejemplo del vocabulario utilizado, el diario El Día de la ciudad de La Plata afirmó que “en todas épocas nerviosas de la historia de los pueblos, cuando la excitación de las pasiones ha llegado á su máximum, se han producido siempre estos trágicos hechos” a los que consideraba como “manifestaciones brutales de criminal insania” que funcionaban como “la válvula de escape de una presión formidable”. [40] (Error 70: La referencia debe estar ligada) (Error 71: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 72: No existe una URL relacionada)

Esas caracterizaciones de las causas del atentado convivieron con diferentes representaciones sobre la figura del dirigente abatido. Una de las imágenes que emergió de modo más recurrente en esos ejercicios recordatorios iniciales es la simbólica coincidencia entre la muerte del diputado socialista y el estallido de la guerra europea, entre el último día de la vida de Jaurès y el fin de la paz en Europa. Expresada en las diversas variantes del sintagma “la primera víctima de la guerra”, esta conjunción le otorga mayor espectacularidad y dramatismo a la noticia del atentado ⸺“Pocas veces, muere un hombre más oportunamente para su gloria”, afirmó un vespertino porteño⸺ [41] y habilita una lectura del itinerario político e intelectual de Jaurès que enfatiza su dimensión democrática, pacifista y antimilitarista y hace de él una suerte de apóstol laico y republicano, un profeta de la fraternidad, comparable con Victor Hugo y Émile Zola. Probablemente, el artículo publicado por el diario La Nación sea el que mejor condense este tipo de construcciones: (Error 73: La referencia debe estar ligada) (Error 74: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 75: No existe una URL relacionada)

Jaurès ha muerto, cae asesinado, al tiempo que la Europa se incendia. Diríase un símbolo. La guerra continental estalla y rueda el cuerpo del grande hombre que tanto pugnó y trabajó para evitarla. Este conflicto, que por sus proporciones, es tal vez el anuncio de la definitiva liquidación del estado que ha mantenido durante los últimos cuarenta años la inquietud del mundo, estado que fue para Jaurès la pesadilla, el espectro sangriento de su vida. El sacrificio del ilustre pacifista puede resultar pues, doblemente simbólico del fracaso de hoy y de la victoria de mañana, como el de un Sócrates, o como el de un Lincoln. [42] (Error 76: La referencia debe estar ligada) (Error 77: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 78: No existe una URL relacionada)

A la luz del fatal atentado contra Jaurès, el artículo reiteraba la esperanza de que esa guerra fuera la que acabara con todas las guerras y con la escalada armamentista que la había provocado, lo que al menos podría otorgarle cierto sentido al “sacrificio del ilustre pacifista”. A lo largo del extenso obituario publicado por La Nación, las alusiones a su condición de hombre del Partido Socialista son escasas, como si se operara una especie de “despartidización”, un deslizamiento que hace de la figura de Jaurès la encarnación de un movimiento de reivindicaciones universalistas asociadas a la paz, la fraternidad y la democracia, pero no necesariamente vinculado al socialismo. [43] Este hecho no impidió que el artículo publicado en el diario de la familia Mitre fuera reproducido al día siguiente en las páginas de La Vanguardia, precedido de esta aclaración: “Reproducimos el conceptuoso comentario necrológico que ‘La Nación’, en el número de ayer, dedica al gran tribuno francés caído. Sabemos que se debe a la pluma de uno de los más brillantes redactores del colega, don Joaquín de Vedia”. [44] (Error 79: La referencia debe estar ligada) (Error 80: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 81: No existe una URL relacionada) (Error 82: La referencia debe estar ligada) (Error 83: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 84: No existe una URL relacionada)

No obstante, la extensión de esa lectura en clave democrática y pacifista del itinerario del tribuno francés no se tradujo en una inmediata asociación de Jaurès como el padre de la Unión Sagrada, ni tampoco en la emergencia del pacifismo como un alineamiento mayoritario frente a la Gran Guerra. De hecho, éste representó una expresión marginal dentro el conjunto de alineamientos y simpatías ante la conflagración europea y sus beligerantes que la prensa y la opinión pública de Argentina manifestaron en las semanas posteriores al estallido del conflicto, acotada a ciertos sectores del Partido Socialista y del catolicismo. Sin embargo, existe un aspecto que permite vincular ese “momento” Jaurès con los alineamientos posteriores de la prensa y la opinión pública local ante la contienda. Se trata de la reivindicación no del pacifismo como corriente de opinión sino de la paz como valor constitutivo de una determinada idea de nación, la Argentina pacífica del crisol de razas, acuñada en tiempos del Centenario. En las semanas posteriores al estallido de la guerra esta idea resurgirá con fuerza, asociada a una caracterización de la contienda como una fractura civilizatoria, que se tradujo en una progresiva toma de distancia respecto del magisterio europeo y en el resurgimiento de un interrogante identitario sobre los sentidos de la “cuestión nacional”. [45] (Error 85: La referencia debe estar ligada) (Error 86: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 87: No existe una URL relacionada)

una presencia polifacética y transversal

¿Cómo explicar el grado de extensión que la noticia de la muerte de Jaurès adquirió en la prensa de Argentina en los días posteriores al atentado? En primer lugar, es innegable que esas repercusiones se vinculan al peso que las figuras de la intelectualidad francesa tenían entre las élites locales. En América Latina, la imagen de Francia se hallaba íntimamente asociada a la recepción de los valores de la Ilustración y los principios de la Revolución de 1789. Desde mediados del siglo XIX, esos elementos fueron fusionados progresivamente con la latinidad, como una ideología legitimadora de la expansión francesa en Sudamérica, que permitía sustraer al continente de otras influencias como la sajona o la hispana. Luego, con la derrota en la guerra franco-prusiana de 1870 y la emergencia de la Tercera República, su proyección hacia Sudamérica incluyó también ciertos elementos retóricos y simbólicos de la cultura política republicana. [46] (Error 88: La referencia debe estar ligada) (Error 89: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 90: No existe una URL relacionada)

La Argentina fue muy permeable a esa influencia y a comienzos del siglo XX existía una verdadera omnipresencia política y cultural de Francia en el seno de las élites locales. Investida de una misión civilizadora, paradigma literario y estético por antonomasia, Francia fue percibida como un modelo cultural a seguir, identificado a una lengua y a un sistema de valores en cuyo centro se erigía París, considerada como el faro cultural del mundo occidental, por lo que el viaje a la Ciudad Luz era una parada obligada en el grand tour de la élite argentina por Europa. [47] Con sus particularidades, ese influjo alcanzó también al Partido Socialista que, en el marco de su doble proceso de nacionalización e institucionalización, tomó a la Section française de l'Internationale ouvrière (SFIO) como uno de los modelos organizativos y como referencia política e intelectual. [48] (Error 91: La referencia debe estar ligada) (Error 92: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 93: No existe una URL relacionada)

Las menciones a Jaurès como exponente del pensamiento francés y del “genio latino”, tan influyente en América y en Argentina, emergen una y otra vez en las notas, obituarios y recordatorios publicados por la prensa local, asociadas en parte al énfasis en su condición de apóstol de la paz y la democracia. [49] “Resumía Jaurès la intelectualidad de la Francia contemporánea, siempre grande y siempre avanzada en el progreso”, afirmaba el diario La Argentina, “pertenecía por eso, más que á un partido, más que á una clase, á toda la humanidad y todos han de lamentar su desaparición”. [50] De modo que, la imagen del Jaurès socialista se yuxtapone con otras representaciones, en apariencia contradictorias: una proyección universal asociada a los ideales de la democracia, la justicia y la paz que, al mismo tiempo, eran valores inherentes a la imagen que Francia como nación había construido a lo largo del siglo XIX. (Error 94: La referencia debe estar ligada) (Error 95: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 96: No existe una URL relacionada)

Esta ineludible dimensión francesa en las representaciones de Jaurès ilumina, a su vez, los escasos matices encontrados en la cobertura de su muerte por parte de la prensa argentina. No es casual que esas disonancias provengan de la franja representada por los diarios de las colectividades, sobre todo de las naciones beligerantes, puestos rápidamente a defender las causas de sus respectivos países en el seno de la opinión pública local y a colaborar en la organización de los apoyos a la patria lejana. Esto explica, al menos en parte, la nula o escasa repercusión del atentado y sus consecuencias en los principales diarios de la colectividad alemana en Argentina. El Deutsche La Plata Zeitung, el diario más afín a las orientaciones políticas del Imperio alemán, fue el único de los periódicos consultados que no publicó ninguna referencia a la muerte de Jaurès, [51] mientras que el Argentinische Tageblatt, asociado a posiciones más liberales y democráticas, optó por un escueto obituario el día 1 de agosto, cuando Alemania ya había declarado la guerra a Rusia, anticipando así algunas de las posiciones divergentes que ambos periódicos mantendrían ante otras coyunturas del conflicto. [52] (Error 97: La referencia debe estar ligada) (Error 98: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 99: No existe una URL relacionada) (Error 100: La referencia debe estar ligada) (Error 101: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 102: No existe una URL relacionada)

Esos matices no sólo estuvieron presenten en la prensa de colectividades “enemigas” de Francia. Tanto el Buenos Aires Herald como The Standard, expresiones de una colectividad británica que aún se mantenía neutral ante el conflicto europeo, exhiben un tono más distanciado y menos espectacular en la cobertura de los inicios de la Gran Guerra, en cuyo marco las repercusiones sobre la muerte de Jaurès son acotadas principalmente a la sección de cables y telégrafos. [53] Opacada por el debate en torno al Home Rule en Irlanda, la noticia sobre la muerte de Jaurès es en estos diarios menos relevante que en otros sectores de la opinión pública local. Pues como señaló The Standard, ante la inminencia de una guerra en la que se perderán millones de vidas, la muerte de un personaje eminente sólo puede tener interés “desde un punto de vista sociológico”, equiparable al magnicidio de otras figuras europeas como el zar Alejandro III de Rusia o el rey Humberto I de Italia. [54] (Error 103: La referencia debe estar ligada) (Error 104: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 105: No existe una URL relacionada)

En segundo lugar, la dilatada presencia de las notas y comentarios en torno a la trágica muerte de Jaurès se vincula a su condición de hombre de la prensa y director del diario L’Humanité. La estrecha relación del diputado socialista con el mundo de la prensa periódica y su pasión por el periodismo desde temprana edad, hicieron de él un colega del gremio al que la prensa argentina despedía a la distancia. [55] La Patria degli Italiani, por ejemplo, comparó su muerte con la de otros colegas asesinados en Francia, como es el caso de Victor Noir, periodista de La Marsellaise de París, asesinado a balazos en enero de 1870 luego de un pleito con Pierre Bonaparte, primo del emperador Napoleón III, en la antesala de otro conflicto bélico que tuvo a Francia como protagonista: la guerra franco-prusiana de 1870. [56] Esa faceta fue también elegida por el diario El Pueblo, en un extenso editorial que buscaba mostrarse indulgente con un enemigo de la Francia católica, de quien “no ha recibido la religión sino agravios y asechanzas”, y en el que comparó la muerte de Jaurès con la del mencionado Gastón Calmette, director de Le Figaro, dos crímenes que respondían a una censurable búsqueda de justicia por mano propia. [57] La representación de Jaurès como un hombre del mundo de la prensa tuvo su lugar también en otros homenajes locales dedicados a la figura del extinto como atestigua el organizado por Círculo de la Prensa, un organismo surgido como una suerte de sindicato de periodistas pero que con el correr del tiempo acabó siendo una entidad patronal que nucleaba a los directores de los principales diarios de Argentina. [58] Según establecían sus estatutos, el 1 de agosto de 1914 era la fecha pautada para la asunción de las nuevas autoridades de la Comisión Directiva y el primer acto de esa nueva comisión, presidida por el Dr. Luis Mitre del diario La Nación ⸺en reemplazo del saliente Ezequiel P. Paz, director de La Prensa⸺ fue resolver por unanimidad el envío de un telegrama de condolencias a L’Humanité en repudio al “cobarde asesinato de su director”. [59] (Error 106: La referencia debe estar ligada) (Error 107: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 108: No existe una URL relacionada) (Error 109: La referencia debe estar ligada) (Error 110: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 111: No existe una URL relacionada) (Error 112: La referencia debe estar ligada) (Error 113: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 114: No existe una URL relacionada)

En tercer lugar, un dato que se reitera en la mayoría de las notas dedicadas el líder socialista y que aporta un último elemento para comprender el alcance de la conmoción producida en la opinión pública local, es la referencia a “las tardes en el Odeón” y al vivo recuerdo de la serie de conferencias que Jaurès había dictado en Buenos Aires durante su estadía en septiembre 1911. [60] Las menciones a su bonhomía, al influjo electrizante de su oratoria, al aspecto sencillo casi burdo de su vestimenta, a la presión franca de su apretón de manos y a la honestidad intelectual con la que defendió sus posiciones a pesar de hablar ante un auditorio mayoritariamente conservador y snob, ajeno en gran medida a sus ideas socialistas pero atraídos por este tipo de espectáculo que floreció en Buenos Aires desde los tiempos del Centenario… Estos elementos, presentes en la mayoría de los recordatorios y obituarios publicados por la prensa argentina, remiten a una dimensión decididamente local en los recuerdos del dirigente socialista, que se tradujo incluso en una nueva publicación de escritos y fotografías vinculados a aquella visita. [61] (Error 115: La referencia debe estar ligada) (Error 116: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 117: No existe una URL relacionada) (Error 118: La referencia debe estar ligada) (Error 119: El tipo de referencia es un elemento obligatorio) (Error 120: No existe una URL relacionada)

Los tres aspectos de las representaciones de Jean Jaurès que circularon en las páginas de la prensa de Argentina en los días posteriores a su asesinato, se complementaron con el ya señalado énfasis en la dimensión democrática y pacifista del tribuno para conformar una imagen compleja en la que no siempre se ponderaba su condición como socialista, lo que permite afirmar que, como acontecimiento mediático, las repercusiones de su muerte lejos estuvieron de quedar circunscriptas al ámbito partidario o a los círculos socialistas. Durante pocas horas, entre la noche del 31 de julio y la declaración de guerra entre Alemania y Rusia, la noticia de la muerte de Jaurès acaparó la centralidad de la mayoría de los diarios y las revistas consultas hasta que la Gran Guerra vino en su reemplazo.

Referencias

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Notas

[1] Investigador Asistente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET). Profesor Adjunto de Problemas del Mundo Contemporáneo, Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF), Argentina. Este artículo forma parte del proyecto de investigación “Representaciones de la Gran Guerra en la prensa periódica argentina (1914‒1919). Los diarios de las colectividades extranjeras y del interior del país”, inscripto en el Programa de Estudios Postdoctorales de la Universidad Nacional de Tres de Febrero y contó con el financiamiento del proyecto PICT 2015-3029: “La prensa y la opinión pública argentina ante la Gran Guerra (1914-1919). Debates, alineamientos y representaciones a la luz de la prensa étnica y los diarios del interior del país”.
[3] Ibídem.
[4] En rigor, Jaurès había viajado a Bruselas, no a Alemania, para participar de una reunión de urgencia del Bureau Socialiste International. Luego de pronunciar un discurso en el Cirque Royal de la capital belga, regresó a Francia convencido de que las negociaciones diplomáticas darían sus frutos y que esa sería una crisis más. La anécdota, narrada por el dirigente belga Émile Vandervelde, sobre la visita al Musée de Beaux-Arts poco antes de emprender su regreso a París, el 30 de julio de 1914, fue señalada con frecuencia como un indicio de la percepción de la coyuntura europea que por esas horas tenía el líder socialista. La historiografía ha reconstruido con lujo de detalles esa “semana decisiva” en la vida de Jaurès, como la denominó Annie Kriegel. Para una síntesis de esos trabajos véase Giles candar y Vincent Duclert, Jean Jaurès, París, Fayard, 2014, pp. 23-39.
[5] Benjamin Martin, The Hypocrisy of Justice in the Belle Époque, Baton Rouge, LSU Press, 1984, pp. 223-224. Algunas declaraciones y testimonios vinculados al juicio pueden consultarse en Le procès de l’assassin de Jaurès (24-29 Mars 1919), París, Éditions de L’Humanité, 1920.
[7] Ibídem.
[8] Cf. Miranda Lida, La rotativa de Dios: prensa católica y sociedad en Buenos Aires: El Pueblo, 1900-1960, Buenos Aires, Biblos, 2012.
[9] El 26 de agosto de 1914, en medio de la ofensiva alemana, el gobierno incorporó a su gabinete a dos figuras del socialismo francés: Jules Guesde, como ministro sin cartera, y Marcel Sembat, como Ministro de Trabajo. Pocos meses después, en mayo de 1915, se sumaría Albert Thomas como Secretario de Estado á l’Artillerie et aux Munitions, encargado de garantizar la producción del material de guerra. Para un análisis de este tema pueden consultarse los artículos reunidos en Vincent Chambarlhac y Romain Ducoulombier (dir.), Les socialistes français et la Grande Guerre. Ministres, militants et combattants de la majorité (1914-1918), Dijon, Editions universitaires de Dijon, 2008.
[10] Juan Buonuome, “Los socialistas argentinos ante la ‘prensa burguesa’. El semanario La Vanguardia y la modernización periodística en la Buenos Aires de entresiglos”, en: Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”, Tercera serie, n° 46, Buenos Aires, primer semestre de 2017, pp. 147-179.
[11] Carlos Miguel Herrera, “Jaurès en Argentina − La Argentina de Jaurès”, en: Estudios sociales. Revista universitaria semestral, n° 37, Santa Fe, Universidad Nacional del Litoral, segundo semestre de 2009, p. 29. El líder socialista tenía planificado una gira por el interior del país que llegara hasta Rosario, pero la situación política en Francia luego de la voladura de La Liberté en el puerto de Toulón, buque que era comandado por su hermano Louis-Marie, lo obligó a acortar el viaje y desistir de esa visita. Ibidem, pp. 24 y 27.
[12] Candar y Duclert, ob. cit., p. 36. Las traducciones son mías.
[13] Al ser detenido por la policía, el joven exclamó: “Si he cometido este acto, es porque el señor Jaurès traicionó a su país al liderar su campaña contra la Ley de los Tres años”. Citado por Krumeich, ob. cit., p. 11 y Marcobelli, ob. cit., p. 5.
[14] El 16 de marzo de 1914, Henriette Raynouard, esposa en segundas nupcias de Joseph Caillaux —ministro de Finanzas del gobierno francés y presidente del Partido Radical—, ingresó a la redacción de Le Figaro y asesinó a balazos a su director, Gaston Calmette. Desde hacía meses, el ministro era objeto de una feroz campaña en su contra, que adquirió su punto más álgido con la publicación en dicho diario de algunas cartas con su primera esposa, Berthe Gueydan, lo que motivó la furia de la mujer que vació el cargador de su Browning sobre el cuerpo del periodista. El proceso contra Mme. Caillaux se inició el 20 de julio de 1914 en París y pocos días después, su abogado Fernand Labori ―que había participado en otros casos estridentes como la defensa del anarquista Auguste Vaillant y Lucie Dreyfus, esposa del célebre capitán acusado de espionaje― obtuvo la absolución bajo la figura del crimen pasional. Para un análisis más detallado véase Edward Berenson, The Trial of Madame Caillaux, California, University of California Press, 1992 y Jean-Yves Le Naour, Meurtre au Figaro. L’affaire Caillaux, París, Larousse, 2007. Sobre su impacto en la opinión pública francesa: Jean Jacques Becker, 1914: comment les Français son entrés dans la guerre, contribution à l’étude de l’opinion publique printemps-été 1914, París, Presses de la FNSP, 1977, pp. 131-136.
[15] El 19 de julio de 1914, Frank Carlos Livingston, subcontador del Banco de la Nación Argentina, fue brutalmente apuñalado en su casa en la calle Gallo 1680. La investigación policial descubrió que la mujer del fallecido, Carmén Guillot, había planeado con ayuda de su mucama y confidente, Catalina González de Corello, un complot para asesinar a su marido que, al parecer, la engañaba con varias amantes. Para concretarlo, recurrió a los servicios de Salvatore Viterale, un vendedor de pescado y amigo de la mucama, que fue el encargado de reclutar a sus cómplices —Raffaele Prestamo, Francesco Salvatto y Giacommo Battista Lauro—, todos inmigrantes italianos y compañeros de trabajo de Viterale. Carmen Guillot fue condenada a reclusión por tiempo indeterminado mientras que Lauro y Salvato fueron condenados a pena de muerte, la última ejecutada en Argentina, el 22 de junio de 1916.
[16] Cf. Emiliano Gastón Sánchez, “Pasión de multitudes: la prensa y la opinión pública de Buenos Aires frente al estallido de la Gran Guerra”, en: Anuario IEHS, vol. 33, n° 1, Tandil, Instituto de Estudios Histórico-Sociales, enero-junio de 2018, pp. 177-204.
[19] Sobre esta dimensión del conflicto véase Emiliano Gastón Sánchez, “Pendientes de un hilo. Guerra comunicacional y manipulación informativa en la prensa porteña durante los inicios de la Gran Guerra”, en: Política y Cultura. Revista Académica del Departamento de Política y Cultura, n° 42, México D. F., UAM-Xochimilco, noviembre de 2014, pp. 55-87. Cabe recordar que el 5 de agosto de 1914, luego del ingreso de Inglaterra en la contienda, Argentina declaró la “más estricta neutralidad” frente al estado de guerra entre “naciones amigas”. Durante la administración conservadora de Victorino de la Plaza ―entre la firma de este primer decreto y el 31 de agosto de 1916―, la decisión fue reafirmada en ocho oportunidades a medida que nuevos países se incorporaban al conflicto. Esta posición fue continuada por el gobierno radical de Hipólito Yrigoyen hasta el fin de las hostilidades. Los diferentes decretos de neutralidad pueden consultarse en El Libro azul. Documentos y actos de gobierno relativos a la guerra en Europa, Buenos Aires, Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, 1919.
[30] De hecho, el principal diario del anarquismo local, La Protesta, se hizo poco eco del atentado. Los días 31 de julio y el 1 de agosto dedicó sus portadas a la polémica sobre los destinos de los fondos reunidos para el viaje del delegado argentino al Congreso de Londres, Alberto Ghiraldo, y a la organización de un mitin internacional en solidaridad con los presos políticos. Recién el día 2 de agosto en su “Reseña internacional”, la escueta sección de cables que el diario ácrata colocaba en su segunda página, fue publicado un telegrama procedente de París que narraba el asesinato del “leader parlamentario de la minoría socialista unificada”, acompañado de un breve comentario. “Reseña internacional. Asesinato de Juan Jaurès”, en: La Protesta. Diario de la mañana, Buenos Aires, 2 de agosto de 1914, p. 2. Esta escueta cobertura del periódico anarquista responde, en parte, a sus diferencias políticas con el socialismo pero también a una menor trascendencia otorgada a la sección de noticias internacionales. De hecho, La Protesta no contaba con un servicio informativo propio y solía apelar a una práctica parasitaria muy usual en la época: tomar “prestados” y reescribir los cables de los grandes diarios de Buenos Aires. Este aspecto contrasta con el gesto deliberado de los editores de La Vanguardia por exhibir su inserción en el circuito comercial de las noticias luego de su tardía y limitada contratación del servicio básico de la agencia Havas en 1905. Cf. Juan Buonuome, “Periodismo militante en la era de la información. La Vanguardia, el socialismo y los orígenes de la cultura de masas en la Argentina (1894-1930)”, Tesis de doctorado en Historia, Universidad de San Andrés, 2016, pp. 104-105.
[35] En rigor, la condena de Jaurès al fenómeno bélico no fue total. El líder socialista aceptaba la guerra como un mal inevitable en caso de agresión externa y cuando se trataba de una necesidad de defensa nacional como en la Revolución Francesa o la unificación de Italia, pero la consideraba un crimen cuando respondía a la vanidad de un monarca, a las intrigas diplomáticas y a los anhelos de las políticas expansionistas e imperialistas. En este sentido, cabría mencionar también los matices existentes entre el nacionalismo y el patriotismo, sus diversos vínculos con el antimilitarismo y el pacifismo socialista, y el papel atribuido al nuevo ejército en esa defensiva victoriosa que permitirían a Francia avanzar en el camino de la paz y la equidad, tal como Jaurès lo pergeñó en su libro L’Armée nouvelle de 1911. Para un análisis pormenorizado de estos aspectos véase: Vincent Duclert, Jean Jaurès. Combattre la guerre, penser la guerre, París, Fondation Jean Jaurès, 2013 y el número monográfico de los Cahiers Jaurès, “Lire L’Armée nouvelle”, vol. 1 y 2, n° 207-208, París, Société d’études jaurésiennes, 2013. Sobre los vínculos entre el nacionalismo y socialismo en Argentina: Francisco J. Reyes, “La patria es el otro, pero no para siempre. La cuestión de la nación en el socialismo de la Argentina finisecular (1894-1912)”, en: Historia y Política, n° 39, Madrid, Universidad Complutense, 2018, pp. 203-234.
[36] Patricio Geli, “Representations of the Great War in the South American left. The Socialist Party of Argentina”, en: Helmut Bley y Anorthe Kremers (eds.), The World during the First World War, Essen, Klartext Verlag, 2014, pp. 201-213 y “Revolución en la Gran Guerra: el Partido Socialista de la Argentina ante la anomalía rusa de 1917”, en: Prismas. Revista de historia intelectual, n° 21, Bernal, Universidad Nacional de Quilmes, 2017, pp. 225-232.
[37] Esta posición también tuvo sus adeptos en estratos más heterodoxos de la publicística libertaria que mantenían un vínculo problemático con el grupo de La Protesta como la revista Ideas y Figuras y su director, Alberto Ghiraldo. Diego Gabriel Echezarreta y Alejandro Martín Yaverovski, “El anarquismo argentino y la Gran Guerra”, en: Política y Cultura. Revista Académica del Departamento de Política y Cultura, México, 2014, n° 42, pp. 139 y 147.
[38] Una nota editorial referida a la muerte de Jaurès afirmó: “Únase en este instante nuestra voz a la de la conciencia universal, para reprobar la violencia en la solución de los conflictos entre los hombres, la violencia que ayer hirió en el bando contrario a Francisco Ferdinando de Austria —y la consecuencia de esa muerte ha sido la guerra europea— y hoy hiere en nuestro bando a Jaurés”. “Juan Jaurès”, en: Nosotros. Revista mensual de letras, arte, historia, filosofía y ciencias sociales, Buenos Aires, n° 64, agosto de 1914, p. 218. El giro “nuestro bando” fue cuestionado por uno de los miembros de la redacción, Manuel Gálvez, quien recordó a sus pares que el estatuto de la revista establecía su distancia de todo alineamiento político, lo que motivó, a su vez, una dura respuesta de sus directores en “Notas y comentarios. A propósito de nuestra nota sobre Jaurès”, n° 65, septiembre de 1914, pp. 313-315. Sobre esta polémica y el rol de la revista en los años de la Gran Guerra véase: Leticia Prislei, “La primera década de Nosotros: interrogaciones acerca de los intelectuales. Latinoamérica y la política”, en: Leticia Prislei (dir.), Polémicas intelectuales, debates políticos. Las revistas culturales en el siglo XX, Buenos Aires, Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras, 2015, pp. 27-47.
[39] La última cita es de “Juan Jaurès † Ayer en París”, en: La Gaceta de Buenos Aires. Diario de la tarde, Buenos Aires, 1 de agosto de 1914, p. 7. Esos términos pueden encontrarse en “Asesinato de M. Jean Jaurès. Enorme sensación en París. Indignación general”, en: La Prensa. Diario de la mañana, Buenos Aires, 1 de agosto de 1914, p. 9; “Asesinato de Jean Jaures”, en: La Razón. Diario de la tarde, Buenos Aires, 1 de agosto de 1914, p. 7; “Jean Jaurés”, en: La Mañana. Diario noticioso e independiente, Buenos Aires, 1 de agosto de 1914, p. 1; “M. Jean Jaurès. Asesinado ayer en París”, en: El Nacional. Diario de la tarde, 1 de agosto de 1914, p. 1; “Jean Jaurès”, en: Le Courrier de la Plata, Buenos Aires, 1 de agosto de 1914, p. 3 y “Giovanni Jaurès”, en: La Patri degli Italiani, Buenos Aires, 1 de agosto de 1914, p. 5, entre otros.
[43] Este tópico puede verse también en: “Juan Jaurès. † Ayer en París”, en: La Prensa. Diario de la mañana, Buenos Aires, 1 de agosto de 1914, p. 11; “Asesinato de Jean Jaures”, en: La Razón…, ob. cit., p. 7; “Jean Jaurès”, en: El Tiempo..., ob. cit., p. 1; “Juan Jaurès † Ayer en París”, en: La Gaceta de Buenos Aires…, ob. cit., p. 7 y “Jean Jaurès”, en: Tribuna. Diario de la tarde, Buenos Aires, 1 de agosto de 1914, p. 3.
[45] Sobre este aspecto véase: Emiliano Gastón Sánchez, “La prensa de Buenos Aires ante ‘el suicidio de Europa’. El estallido de la Gran Guerra como una crisis civilizatoria y el resurgimiento del interrogante por la identidad nacional”, en: Memoria y Sociedad. Revista de Historia, vol. 18, n° 37, Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, julio-diciembre de 2014, pp. 132-146.
[46] Los avatares del “modelo” francés en Sudamérica pueden consultarse en Denis Rolland, La crise du modèle français. Marianne et l’Amerique latine. Culture, politique et identité, París, L’Harmattan, 2011 [original 2000].
[47] Para un análisis más exhaustivo de estos aspectos véase, entre otros: David Viñas, “La mirada de Europa: del viaje colonial al viaje estético”, en Literatura argentina y realidad política I. De los jacobinos porteños a la bohemia anarquista, Buenos Aires, Santiago Arcos editor 2005 [original 1964], pp. 11-67; Beatriz Colombi, Viaje intelectual. Migraciones y desplazamiento en América Latina (1880-1915), Rosario, Beatriz Viterbo, 2004; J. P. Daughton, “When Argentina Was ‘French’: Rethinking Cultural Politics and European Imperialism in Belle-Époque Buenos Aires”, en: The Journal of Modern History, vol. 80, n° 4, Chicago, The University of Chicago Press, 2008, pp. 831-864 y Leandro Losada, La alta sociedad en la Buenos Aires de la Belle Époque, Buenos Aires, Siglo XXI, 2008.
[48] Geli, “Representations…”, ob. cit.
[51] Hubo otros dos casos, El Correo de España y El Eco de Galicia, que tampoco publicaron referencias a la muerte de Jaurès. No obstante, esto no responde a una omisión deliberada por parte de los editores, como en el caso del diario alemán, sino al hecho de que ambas publicaciones eran semanarios por lo cual sus números correspondientes a la primera semana de agosto debieron concentrarse de lleno en los inicios de la Gran Guerra y sus repercusiones a nivel local.
[55] Sobre los vínculos de Jaurès con el periodismo véase: Charles Silvestre, Jaurès, la passion du journalisme, París, Les Temps des Cerises, 2010 y Giles Candar, “Jean Jaurès (1859-1914)”, en Dominique Kalifa, Philippe Régnier, Marie-Ève Thérenty y Alain Vaillant (dirs.), La Civilization du Journal. Histoire culturelle et littéraire de la presse françise au XIX ͤ siècle, París, Nouveau Monde éditions, 2011, pp. 1297-1300.
[58] Para una somera descripción de esta institución véase: El Círculo de la Prensa: 75 años, Buenos Aires, Instituto Salesiano de Artes Gráficas, 1965.
[60] En el marco de su viaje, Jaurès fue contratado por un empresario privado para dictar seis conferencias en el Teatro Odeón, de cuyo cachet donaría mil francos al diario La Vanguardia. A estas conferencias pagas se sumaron una presentación en honor al Partido Socialista en el Teatro Coliseo y la ya mencionada intervención en el funeral de Ameghino en La Plata aunque es probable que hayan existido otras alocuciones más informales. Herrera, “Jaurès en Argentina…”, ob. cit., pp. 23-29. Las menciones a las conferencias en Buenos Aires pueden verse en: “Jean Jaures”, en: La Nación.., ob. cit., p. 9.; “Jean Jaurès”, en: El Diario…, ob. cit., pp. 4 y 5; “M. Jean Jaurès. Asesinado ayer en París”, en: El Nacional…, ob. cit., p. 1; “Jean Jaurès”, en: Le Courrier de la Plata, ob. cit., p. 3; “Jean Jaurès”, en: Tribuna, ob. cit., p. 3 y Adolfo Brisson, “El asesinato de Jaurés”, en: Fray Mocho. Semanario festivo, literario, artístico y de actualidades, Buenos Aires, 7 de agosto de 1914, s/p.
[61] Días después, cuando la guerra continental era un hecho, La Razón publicó el extracto de una de las conferencias dictadas en Buenos Aires por el líder socialista (“Las consecuencias de una guerra europea y los medios para asegurar la paz”), señalando que «en estos trágicos momentos recordamos esas palabras serenas é impregnadas de realidad». “Palabras de Jaurès. Desastre de una guerra europea”, en: La Razón. Diario de la tarde, Buenos Aires, 7 de agosto de 1914, pp. 2 y 3. Extractos de sus conferencias fueron publicados también en “Juan Jaurès”, en: La Vanguardia, ob. cit., p. 1 y “Juan Jaurès. Asesinado ayer en París”, en: La Capital, Rosario, 1 de agosto de 1914, p. 7.
[2] “Jean Jaurés”, en: Idea Nacional. Defensor de los altos postulados aliados, Buenos Aires, 31 de julio de 1919, p. 1. Se han conservado la ortografía y la puntuación originales en las citas de las fuentes primarias.
[6] “¿Qué calificativo dar á esos hombres que en el parlamento, en los periódicos, en innumerables discursos trabajaron contra la ley de los tres años, combatieron los presupuestos y desacreditaron á los jefes? ¿Y qué decir del mismo Jaurés, que poco antes de estallar la espantosa conflagración prometía en un congreso internacional socialista que la orden de movilización sería también la orden de huelga general antimilitarista? ¿No alentó así á los enemigos de su patria?”. Gustavo J. Franceschi, “Crónicas sociales”, en: El Pueblo. Diario de la mañana, 31 de marzo y 1 de abril de 1919, p. 1. Sobre los debates en torno a la citada ley: Gerd Krumeich, Armaments and Politics in France on the Eve of the First World War. The Introduction of the Three-Years Conscription 1913-1914, New Hampshire, Berg Publishers, 1984 y Elisa Marcobelli, La France de 1914 était-elle antimilitariste ? Les socialiste et la loi de trois ans, París, Fondation Jean Jaurès, 2013.
[17] “Hemos agotado la emoción”, en: La Gaceta de Buenos Aires. Diario de la mañana, Buenos Aires, 17 de agosto de 1914, p. 3.
[18] “En estos días de expectativa tan intensa es justo dejar constancia de la excelencia de los servicios de la Central and South American Company. El primer despacho comunicando la declaración de guerra de Alemania a Rusia, para LA PRENSA, fue fechado en Nueva York a las 6. 28 p. m., hora norteamericana, equivalente a las 7.30 p. m., hora de Córdoba y fue recibido en este diario a las 7.37 p. m., es decir, siete minutos después de expedido”. “Servicios telegráficos”, en: La Prensa. Diario de la mañana, Buenos Aires, 3 de agosto de 1914, p. 9.
[20] “El inicuo asesinato de M. Jean Jaurès da un nuevo y prestigioso interés a la versión taquigráfica de su discurso en el Cirque Royal de Bruselas, versión que hice tomar para ‘La Nación’, y que no envíe en mi carta anterior porque la copia no había llegado oportunamente a mis manos. He aquí ese discurso, que puede considerarse histórico”. R. J. P., “Jean Jaurès. Su último discurso. Única versión taquigráfica”, en: La Nación. Diario de la mañana, Buenos Aires, 11 de septiembre de 1914, p. 5.
[21] “Juan Jaurès”, en: La Vanguardia. Diario del Partido Socialista, Buenos Aires, 1 de agosto de 1914, p. 1.
[22] “Repercusión del suceso en el Capital y el interior”, en: La Vanguardia. Diario del Partido Socialista, Buenos Aires, 1 de agosto de 1914, p. 1 y “Solidaridad internacional. Telegramas del Partido”, en: La Vanguardia. Diario del Partido Socialista, Buenos Aires, 2 de agosto de 1914, p. 1.
[23] “Como correspondía a la magnitud de la figura del tribuno y del apóstol de la paz, la asamblea de anoche en el frontón fue la exteriorización más alta del sentimiento popular por la solidaridad de las naciones en contra de la guerra brutal y desoladora”, narraba la crónica del diario socialista, según la cual, más de diez mil personas se habían congregaron en honor al “luchador sacrificado en la hora más crítica de la civilización”. “En homenaje a Jaurès”, en: La Vanguardia. Diario del Partido Socialista, Buenos Aires, 8 de agosto de 1914, p. 4.
[24] “En el Senado”, en: La Vanguardia. Diario del Partido Socialista, Buenos Aires, 2 de agosto de 1914, p. 2. Los discursos completos pueden consultarse en el Diario de Sesiones de la Cámara de Senadores. Año 1914. Sesiones ordinaria y extraordinaria, Buenos Aires, Congreso Nacional, 1914, pp. 189-193. Por el contrario, la Cámara de Diputados aprobó un pedido similar de los legisladores Antonio de Tomaso y Alfredo Palacios. “Ecos del asesinato de Jaurès. En la Cámara de Diputados. El homenaje al extinto”, en: La Vanguardia. Diario del Partido Socialista, Buenos Aires, 3 y 4 de agosto de 1914, p. 4.
[25] “Gestión improcedente”, en: La Mañana. Diario noticioso e independiente, Buenos Aires, 2 de agosto de 1914, p. 1.
[26] “Un voto inexplicable”, en: La Nación. Diario de la mañana, Buenos Aires, 2 de agosto de 1914, p. 7.
[27] “El voto del senado”, en: La Argentina. Primer diario moderno de la mañana, independiente e impersonal, Buenos Aires, 2 de agosto de 1914, p. 5. Y agregaba: “Las circunstancias en que ha caído tornan mayormente inclasificable el voto de ayer. Si no el extinto, debiera merecer censura el crimen usado como arma política”.
[28] “Jaures”, en: La Tarde, Buenos Aires, 3 de agosto de 1914, p. 3. En análogo sentido, “Il brutto voto”, en: Giornale d’Italia, Buenos Aires, 3 de agosto de 1914, p. 3.
[29] “Inenarrable nos resulta la penosa impresión que el trágico deceso del ilustre tribuno ha causado en todos los ámbitos del país, y especialmente entre nuestros camaradas. La triste nueva, conocida ya de todos los socialistas de la Argentina, ha producido un pesar inmenso que se refleja en los numerosos telegramas y cartas que al Comité Ejecutivo y a nuestra redacción han llegado en el día de ayer”. “El asesinato de Jaurès. Repercusiones del triste suceso”, en: La Vanguardia. Diario del Partido Socialista, Buenos Aires, 2 de agosto de 1914, p. 1.
[31] “Jean Jaurès. En Buenos Aires”, en: El Diario. Diario de la tarde, Buenos Aires, 1 de agosto de 1914, p. 5.
[32] “Jean Jaures”, en: La Nación. Diario de la mañana, Buenos Aires, 1 de agosto de 1914, p. 9.
[33] “Juan Jaurès”, en: La Vanguardia…, ob. cit., p. 1.
[34] “Frutos del nacionalismo. Asesinato de Jaurès”, en: La Protesta. Diario de la mañana, Buenos Aires, 2 de agosto de 1914, p. 2.
[40] “Jean Jaurés”, en: El Día, La Plata, 3 de agosto de 1914, p. 3.
41] “Jean Jaures”, en: El Tiempo. Diario de la tarde, Buenos Aires, 1 de agosto de 1914, p. 1.
[42] “Jean Jaures”, en: La Nación…, ob. cit., p. 9.
[44] “Jean Jaures”, en: La Vanguardia. Diario del Partido Socialista, Buenos Aires, 2 de agosto de 1914, p. 3. La atribución de la autoría del artículo al periodista Joaquín de Vedia, elegido por La Nación para cubrir las conferencias dictadas por Jaurès en el Teatro Odeón de Buenos Aires durante su visita en 1911, fue confirmada años después por el propio de Vedia, quien utilizó parte de este texto en la semblanza del líder socialista incluida en su libro Cómo los vi yo, Buenos Aires, Manuel Gleizer Editor, 1922, pp. 73-90. Allí acuñó la expresión citada en el título de este artículo.
[49] “Llegue hasta Francia, hasta la ciudad Luz, la avanzada del progreso universal, el eco de la profunda indignación que causa el asesinato de uno de sus grandes hombres, desde esta tierra americana que va asimilando todo lo bueno que desde allí irradia y que tanto cuesta, sin embargo, retener para su provecho”. “Jean Jaurès”, en: El Argentino, La Plata, 1 de agosto de 1914, p. 1.
[50] “Juan Jaurès”, en: La Argentina Primer diario moderno de la mañana, independiente e impersonal, Buenos Aires, 1 de agosto de 1914, p. 5.
[52] “Jean Jaurès”, en: Argentinisches Tageblatt, Buenos Aires, 1 de agosto de 1914, p. 4. Cf. Katrin Hoffmann, “¿Construyendo una “comunidad”? Theodor Alemann y Hermann Tjarks como voceros de la prensa germanoparlantes en Buenos Aires, 1914-1918”, en: Iberoamericana. América latina, España, Portugal, vol. IX, n° 33, Berlín, Ibero-Amerikanisches Institut, 2009, pp. 121-137.
[53] “Will Britain Be Envolved?”, se preguntaba el editorial del Buenos Aires Herald el 1 de agosto de 1914, p. 6.
[54] “the murder of a leading French politician, one of the most able and eloquent Socialist leader, would have created a great sensation even in Argentina. But in the glare of internationalism war when millions are arrayed against millions intent upon wholesale homicide a single life, no matter how eminent that life may be, appears of little moment. Jaurès is dead, but Europe has hardly time or inclination to note the difference the announcement connotes. Only from the sociological point of view is the matter of interest”. “Jean Jaurés”, en: The Standard, Buenos Aires, 2 de agosto de 1914, p. 3.
[56] «Vittima del cieco fanatismo partigiano, muore questo grande oratore, questo grande agitatore di folle a 55 anni all’apogeo della sua carriera d’uomo di pensiero e d’azione. Muore, e la sua morte fa ricordare quella di un piú umile campione di democracia, Victor Noir, caduto violentemente alla vigilia della débacle nefasta». “Giovanni Jaurès”, en: La Patri degli Italiani, Buenos Aires, 1 de agosto de 1914, p. 5.
[57] «La misma decisión que pusimos en la condenación del crimen que mató á Calmette, coincidente en parte de su prédica con la prédica nuestra, alzamos ahora nuestra voz para condenar el atentado que acaba de cortar la vida de Jaurès, nuestro enemigo de toda hora, aun en el instante mismo de la tragedia», afirmó el editorial anónimo. Y agregaba: «Entre los que formaron ambiente de excusación para la homicida de Calmette, es más probable que haya figurado la nueva víctima de hoy […] el director de ‘L’Humanité’ encontrando o justificación ó atenuantes á la muerte del director de ‘Le Figaro’, habría estado armando con su propia pluma el brazo de donde ha partido poco después el disparo que le ha sumido en el no ser». “Jaures”, en: El Pueblo. Diario de la mañana, Buenos Aires, 2 de agosto de 1914, p. 2.
[59] “Círculo de la Prensa. Nueva Comisión Directiva. Telegrama de condolencia a L’Humanité”, en: La Gaceta de Buenos Aires. Diario de la tarde, Buenos Aires, 2 de agosto de 1914, p. 5 y “Círculo de la Prensa. Resoluciones de la Comisión Directiva”, en: La Nación. Diario de la mañana, Buenos Aires, 2 de agosto de 1914, p. 10.
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